Partimos el año musical en Valparaíso los primeros días de febrero con "The Whitest Boy Alive". De los mejores conciertos, el sonido impecable y bailando sin parar; personalmente ese día fue uno de esos en que das vuelta páginas de relatos estúpidos y reiterativos que te apuñalan neuronas. Lo tomé como el principio de un viaje calmo que emprendí a la Patagonia.
Ahora, hace dos días, vi de nuevo a este músico (Erlend Øye) en companía de su partner (Eirik Glambek)en uno de sus tantos proyectos musicales "Kings of convenience". Soundtrack invernal que enmarca muchos recuerdos de hace años atrás, escenas frías con sol tenue, calor de estufa y voz dulce.
Más que alabar el concierto y lo cercana que sentí cada una de sus canciones, agradezco el cuidado por generar "eventos" con esa intimidad acústica que emociona, en donde cierras los ojos, te pasas una película con recuerdos lindos o te imaginas futuros amables. Mientras el tarareo corporal y el balanceo impostergable con el ritmo suavecito logran la perfección del momento.
5.12.11
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Tan talentosa mi amiga, un besito.
Publicar un comentario